Diario de una mente desconectada
Reflexiones sin sentido
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martes, 26 de octubre de 2010
lunes, 16 de agosto de 2010
Jardinero fiel
Tumbado somnoliento, en una de esas camas tan cómodas, de uno de esos hoteles tan caros, estaba pasando uno a uno, de la larga, aunque aburrida, lista de canales que ofrecían para la televisión, mis ojos se iban cerrando, y cuando parecía que me iba a quedar dormido, tras unos anuncios aparecio el jardinero fiel, aunque ya estaba acabando.
La película es buenísima, mis pupilas se dilataron al instante y mi atención se centro en la conversación que tenía el protagonista, Justin Quayle (Ralph Fiennes) con un médico de una pequeña aldea africana, la conversación fue tranquila hasta que en un instante, empezaron a llegar hombres a caballo, la gente de la aldea corría desperdigada por todas direcciones, estos quemaban y mataban por todos lados... Justin y el medico corrían hacia un avión, seguidos de una pequeña niña nativa que se autoproclamó ayudante del segundo, cuando subieron, la niña se quedo atrás... justin se paró, con intención de llamar a la niña, pero el medico le dijo que no, que no deben intervenir, mirándola por la ventanilla le pregunto ¿que será de ella?
- con suerte encontrara una aldea de refugiados.- contesto el medico.
y la niña se quedo sola, una niña de no mas de 10 años, sola en esa tierra hostil, abandonada a la suerte. esos niños que deberían estar jugando, ahora están aprendiendo lecciones de guerra....
y yo, tumbado en la cama, me puse a pensar en la suerte que tenia, y me estremecí en pensar, con el dinero que gasto diariamente..
también pensé en las farmacéuticas, en como matan impunemente.
con todo esto no me podía dormir. Así que fuí al pequeño botiquín que siempre llevo conmigo y cogí una caja de pastillas de una de esas farmacéuticas, con esto ya me olvidaría de ese problema y seguiría como si no hubiera visto la película....
y asi fue.......
bueno, realmente fue peor.... no me hizo falta la pastilla
sábado, 19 de junio de 2010
viernes, 21 de mayo de 2010
El principio
Pensar en ello le deprimía mucho, pues había conocido a gente muy interesante, y había cogido mucho cariño a las calles laberínticas de esa antigua ciudad y esos paseos por el parque en los que tenía conversaciones estúpidas con sus amigos.
Se puso la chaqueta y se ajusto la corbata... estaba hecho un pincel, se miraba al espejo y se reia, esa ciudad le había influido mucho, en su forma de vestir.
Esa noche era especial, iba a reunirse con todas las personas que había conocido, pasarían la noche entre copas y risas, recordando las historias que habían vividos todos juntos en la noches de la ciudad, esos amores fugaces...
Ya listo salio por la puerta de su casa dispuesto a pasar una gran noche.
Cogió su moto del garaje, y se puso el casco, y se subió en una antigua aunque cuidad moto.
Pasando por una gran avenida, se fijo en el rió que corría paralelo a la carretera, sonrió a recordar a aquel amigo que le obligo a aprenderse todos los puentes que lo cruzan.
Por fin llego a la terraza, allí estaban todos, sentados alrededor de una mesa, le miraron y le saludaron con una sonrisa, cogió una copa de vino blanco que había en la barra y brindaron todos, con un ese pequeño choque de las copas empezó la noche.
martes, 2 de marzo de 2010
La ignorancia de la infancia
volviendo a la memoria, mirando dentro, busco aquellos años de risas inocentes.
volviendo a la memoria, mirando en el fondo, encuentro esos años de ignorancia y felicidad.
perdiendo la ignorancia poco a poco, dando un golpe lento contra la realidad.
si me ves ahora me veras cambiado.
si me ves....
viviendo de mis errores, mal viviendo de mis aciertos, perdido en un mar de incertidumbres y
de incoherencia.
perdiendo la cordura,
perdiendo la ignorancia,
perdiendo la inocencia.
Hay una parte de mi que quiere volver a ser niño.
miércoles, 14 de octubre de 2009
Tardes en Madrid
Era otoño en Madrid, las hojas marrones y rojizas colgaban de los arboles del retiro, tomando el vuelo con cada pequeña sacudida de viento. Carles andaba con paso lento mirando al frente con la mente perdida, sintiendo el crujir de las hojas con cada paso. El cielo gris oscuro amenazaba con lluvia, pero el no tenia intención de irse, tenia muchas cosas en la cabeza, y esos paseos le ayudaban a aclarar las ideas.